dilluns, 30 de juny del 2014

Conferencia de Manfred Max-Neef



 Martes 1 de julio a las 7 de la tarde

Presentación del libro La economía desenmascarada
Col.lectiu Ronda. Carrer Trafalgar, 50.
Barcelona

El gran economista ecológico Manfred Max-Neef, premio Kenneth Boulding, en colaboración con el físico Philip B. Smith muestra en este libro que la ciencia económica es una ideología que olvida las realidades físicas, tanto en su vertiente neoclásica como en la keynesiana.

Apoyándose en los escritos del Premio Nobel Frederick Soddy, explica claramente la imposibilidad física de un crecimiento económico que se base en un aumento exponencial de las deudas privadas y públicas.

Un sistema socio-económico basado en la obsesión por el crecimiento nunca podrá ser sostenible ni propiciará la felicidad a las personas.

Más allá de los debates entre "austericidas" y keynesianos, Max-Neef propone los fundamentos de una nueva economía.


Imagen de  La economía desenmascarada Del poder y la codicia a la compasión y el bien común


de Manfred Max-Neef y Philip B. Smith 


Un libro escrito por un economista y un físico que desmonta la economía dominante como una ciencia exacta y como el único modo de vida posible.
 Una propuesta para  organizar de nueva manera la actividad económica: El Desarrollo a Escala Humana. Un modelo construido por Manfred Max-Neef basado en las necesidades y los satisfactores.
  
El sistema económico en el que vivimos no sólo obliga a la mayoría de la humanidad a vivir sus vidas en la indignidad y la pobreza, sino que además amenaza a todas las formas de vida del planeta. La economía desenmascarada ofrece una convincente crítica del sistema económico dominante, demostrando que las construcciones teóricas de la economía ortodoxa tienden principalmente a generar injusticias. La despiadada arremetida contra los ecosistemas globales de las últimas décadas, provocada por el masivo incremento en la producción de bienes, y el consiguiente agotamiento de las reservas de la naturaleza, no son una característica fortuita del sistema económico; son el resultado directo del pensamiento económico neoliberal, que solo reconoce valor a los objetos materiales. La obsesión por el crecimiento no es un concepto erróneo que los economistas ortodoxos puedan desaprender, sino algo inherente a su visión de la vida. Pero un sistema socioeconómico basado en la obsesión por el crecimiento nunca podrá ser sostenible ni propiciará la felicidad de las personas. Este libro detalla los fundamentos de una nueva economía, donde la justicia, la dignidad humana, la compasión y la reverencia por la vida sean los valores rectores. Contrariamente a la absurda suposición de los economistas ortodoxos de que la economía es una ciencia exenta de valores éticos, una nueva economía debe explicitar sus valores.
“Demuestra que los autoengaños de la economía ortodoxa y el mundo real se dirigen hacia una colisión”. Andrew Simms, NEF (New Economics Foundation)


diumenge, 29 de juny del 2014

"Guanyem Barcelona" ante el 9 de noviembre

Article publicat al diari  La Jornada de la UNAM
 
Joan Martínez Alier *

El 27 de junio Ada Colau, muy conocida líder en España de la Plataforma de los Afectados por las Hipotecas, quien encabeza ahora un transversal movimiento social y político llamado Guanyem Barcelona para ganar la alcaldía de la ciudad, aseguró que hasta ahora no he sido nunca independentista, pero ahora mismo, el 9-N votaría sí-sí. Añadió que la plataforma Guanyem Barcelona está totalmente a favor del derecho a decidir. Siempre hemos estado a favor.
Ada Colau podría haberse refugiado en un oportunista silencio respecto a su intención de voto el 9-N, pero es una persona que habla claro. Ha dicho dos cosas: va a haber un referendo y ella va a votar sí-sí.
El 9 de noviembre, se supone, habrá una consulta en Cataluña, organizada por el gobierno regional y al cual se opone el gobierno español. En Cataluña hay amplia mayoría a favor de ejercer el derecho a decidir. En España hay mayoría en contra, pero aumenta la opinión favorable. A su cabeza el nuevo partido, Podemos. El joven politólogo y diputado europeo Pablo Iglesias, madrileño, no se cansa de decir valientemente que él está por la autodeterminación de vascos y catalanes, aunque le gustaría que no se separen. Catalanes y vascos no nos dejen solos con los españoles del PSOE, debe pensar para sus adentros.
Las dos preguntas del 9-N serán: 1) Está usted a favor de un Estado Catalán? 2) Si ha respondido que sí, ¿está usted a favor de un Estado independiente?
Una respuesta sí-no sería la de los federalistas. Sí-sí indica estar a favor de una república catalana independiente. Yo pienso votar sí-sí, como Ada Colau. ¿Pero nos dejarán votar el 9-N?
La declaración de Ada Colau más su trayectoria de elocuente activista práctica contra la burbuja inmobiliaria antes de 2008 y contra los desalojos hipotecarios después amplía el espectro de Guanyem Barcelona a toda la izquierda política, incluyendo las CUP (candidaturas de unidad popular), el movimiento Procés Constituent, Podemos (donde Ada Colau tiene gran predicamento) e ICV (que es el remozado partido comunista de Cataluña con un tinte verde). Guanyem Barcelona limitaría a su derecha con Esquerra Republicana, que (con Oriol Junqueras) está creciendo en votos. Más a la derecha quedaría Artur Mas, también nacionalista, actual presidente de la Generalitat, muy presionado para que llegue a algún acuerdo pactado con el régimen español –su todavía cuantioso caudal de votos disminuye a cada encuesta. Hay además dos partidos españolistas (el PP y Ciudadanos) y el menguante partido socialista, que pueden obtener entre todos más de 30 por ciento de los votos en Barcelona y en Cataluña.
En la confluencia de Guanyem Barcelona hay algunos ingredientes políticos que pueden dar dolor de tripas. A mí me lo produce ICV: sus ya remotos orígenes estalinistas y la actuación de mayo de 1937, compensados después por su resistencia al franquismo pero estropeados al final por empujar la reconciliación con los franquistas y su liderazgo en la restauración monárquica de 1975-78 con Jordi Solé-Tura en la ponencia constitucional, votando contra el derecho a la autodeterminación propuesto por la izquierda vasca.
Ada Colau dice que debemos perder nuestras obsesiones por los orígenes políticos. De acuerdo. En la presentación de Guanyem Barcelona el abogado Jaume Asens citó a Andreu Nin: las reivindicaciones sociales y nacionales van juntas. Bueno, con Andreu Nin vamos adelante. Ada Colau dice también que Guanyem Barcelona no será de ninguna manera “una sopa de letras… creemos que la gente debe ser la protagonista”. No va a ser una alianza de siglas entre jefecillos políticos. Será una alianza de movimientos sociales y cívicos, nacidos y arraigados en décadas de activismo y más recientemente entre los Indignados. Guanyem Barcelona quiere erradicar la corrupción en el ayuntamiento (con casos socialistas y de la derecha nacionalista catalana). Tendrá un programa de propuestas concretas, de escuelas, sanidad, contra el hambre, por la vivienda. Ganará la alcaldía movilizando a los activistas barriales y también a los abstencionistas.
Las elecciones municipales en España serán en mayo de 2015. Algunos sueñan con otro 14 de abril. No es imposible. Antes puede haber este referendo del 9-N en Cataluña, con apoyo en España de Podemos y también, menos entusiasta, de Izquierda Unida (los post comunistas españoles). El PSOE (el partido de Felipe González que engordó con la transición, socialistas monárquicos que permitieron que los franquistas se amnistiaran) se opone por ahora a la consulta en Cataluña. Si al final el referendo del 9-N no se celebra, habrá elecciones en Cataluña (con probable gobierno de Esquerra Republicana), entrando en una dinámica en que republicanismo independentista catalán y republicanismo español (liderado por Podemos) se apoyen mutuamente.
* ICTA-Universitat Autónoma de Barcelona

dimarts, 24 de juny del 2014

Dret a decidir, ara és demà: caixes i bancs

M’agradaria que a la Llei de Consultes que el Parlament està elaborant per fer possible el dret a decidir poguéssim incorporar, també, altres temes pertinents, per exemple: què hem de fer amb els bancs i caixes intervingudes amb recursos públics.

Anem a pams. El mes de maig s’han fet públiques algunes de les conclusions de la “Comissió d’investigació sobre les possibles responsabilitats derivades de l’actuació i gestió de les entitats financeres i la possible vulneració dels drets dels consumidors” creada pel Parlament de Catalunya. Malgrat que els treballs de la comissió no s’han pogut completar (algunes compareixences no produïdes), les reflexions i conclusions d’alguns grups, son prou rellevants: “la crisi financera i la desaparició de les caixes catalanes han estat conseqüència d’un frau de proporcions gegantines, un engany massiu per aconseguir un benefici econòmic corporatiu i personal. Un frau que té la seva expressió més dramàtica en la comercialització de crèdits hipotecaris, de participacions preferents i d’altres productes de risc. Un frau que ha empobrit bona part de la societat, ha deixat sense casa milers de persones, ha forçat el tancament d’empreses i la pèrdua de centenars de milers de llocs de treball. Un frau en el que els responsables de la regulació, la supervisió i el control de les entitats financeres han estat col·laboradors necessaris quan no inductors. Un frau que ha tingut com a objectiu final la definitiva  desaparició de les caixes, que eren patrimoni públic, mitjançant la seva privatització i bancarització”. Cal afegir que el Govern de la Generalitat va romandre passiu tant en el procés de transformació de les caixes , en la seva desaparició i en la defensa dels consumidors.

Segons el professor Carlos Sánchez Mato, els ajuts públics a les entitats financeres durant aquesta crisi ha estat de 1.527.762 milions d’euros, (Sí, 1,5 bilions d’euros!). La imatge projectada de 40.000 milions és falsa, afegeix. Els recursos mobilitzats són molts més. És la suma del capital injectat a les caixes, les mesures de capitalització de la banca, més les mesures de garanties, préstecs i avals (ingents). Recursos que s’han hagut de posar a disposició de les entitats financeres en detriment d’altres opcions. Fet que explica, entre d’altres, les dificultats de les administracions públiques per fer polítiques socials o per poder finançar-se.

El resultat de tot plegat és que s’ha desmantellat sense miraments el sector de caixes del nostre país (cal recordar que és un fet insòlit que no té cap paral·lelisme amb altres països del nostre entorn), i s’ha concentrat tot el negoci bancari (el 80% del mercat) en molt poques mans (millor dit en un ventall dels dits d’una mà), en un gran oligopoli. Impressionant! Operacions (concentracions i vendes) que s’han produït amb una forta component de diner públic (FROB). L’actual procés de subhasta de Catalunya Banc (Catalunya Caixa), que ha requerit ja l’aportació de 12.000 milions de diners públics, i que s’està venent a pedaços a l’oligopoli i altres “fons voltors”, és un bon exemple d’aquesta concentració del sistema financer.

Conclusions, el sistema de caixes ha estat liquidat per la pressió, entre altres variables, del sector bancari (cal recordar que el lobby bancari ja havia demanat la seva reducció fa molts anys), que l’ha adquirit a preu de saldo, amb injecció monumental de diners públics.

Per aquesta raó s’han traslladat a les institucions i organismes corresponents algunes propostes que semblen ben pertinents. Entre d’altres, les d’emprendre les accions per la creació d’una banca pública, atès que ja disposem d’una bona xarxa territorial d’entitats afectades que poden ser l’embrió d’una banca diferent, impulsora d’unes finances transparents, ètiques i amb control democràtic i social. Sembla una utopia, però el que resulta de debò utòpic és pensar, que davant d’aquest immens frau bancari, ens resignarem i que acceptarem acríticament que la única sortida és la concentració bancària (més oligopoli), socialitzant les pèrdues (amb diners públics) i privatitzant els beneficis.

Posats a decidir: sembla doncs que cal plantejar la necessitat d’una banca pública organitzada democràticament i amb un control social efectiu.

Domènec Martínez

Soci de FIARE, banca ètica.

Terrassa, 3 de juny de 2014

diumenge, 22 de juny del 2014

Te pagamos el sueldo, la casa y la bici

Article publicat a El País

Francia experimenta ayudas a los que vayan en bicicleta al trabajo, como otros países de la UE


La ministra de Justicia francesa llega al palacio del Elíseo en bicicleta. / E. LAURENT (EFE)

El pasado 13 de marzo, el ayuntamiento de París ordenó la gratuidad de los transportes públicos durante el fin de semana con el fin de aliviar la contaminación atmosférica que asfixiaba a la capital francesa. Para evitar situaciones como ésta y, al tiempo, contribuir a mejorar el estado físico de sus ciudadanos, el Gobierno francés ha decidido poner en práctica una idea que llevaba meses barajando y ya se aplica en otros países de la UE: una ayuda económica para los trabajadores que decidan ir a trabajar en bicicleta, tal como existen compensaciones a los que van al puesto de trabajo en automóvil o en transporte público. El objetivo es duplicar la cifra de personas que utilizan la bicicleta para ir al trabajo, que ahora mismo ronda el 2% del total de los desplazamientos.
Esta ayuda, de hasta 25 céntimos de euro por kilómetro, está exenta de impuestos y no se incluye en las cotizaciones a la Seguridad Social del empleador. Según un informe del ministerio de Desarrollo Sostenible, la medida costará alrededor de 170 millones de euros en reducciones de ingresos por parte del Tesoro y la Seguridad Social, pero “los beneficios sociales superan con creces la reducción de ingresos”. “Sobre todo se trata de la salud de las personas”, señala Dominique Lebrun, uno de los responsables del documento. “El ejercicio es algo que mejora la calidad de vida de los trabajadores”.
El Gobierno francés estima que el programa le costará 170 millones de euros
La idea viene de un problema económico. “Puede sorprender, pero las cifras muestran que a una persona con unos ingresos normales ir y volver del trabajo en bicicleta puede suponer una dificultad financiera”, afirma el Ministerio en su informe. “El ir en bicicleta supone un ahorro sustancial para el usuario regular, pero el usuario novato se enfrenta a unos “costes de entrada”. Además, el uso regular de las dos ruedas implica unos gastos en neumáticos, repuestos y otros accesorios que, por ahora, recaen en el consumidor.
Las empresas participantes son optimistas. “Deseamos limitar nuestro impacto sobre el medio ambiente y los desplazamientos de nuestros empleados representan dos tercios de las emisiones de gases de efecto invernadero del grupo”, explica Jean-Phillipe Boachon, responsable de desarrollo sostenible del grupo Valophis, una empresa de viviendas sociales basada en la periferia de la capital francesa. “Lo que queremos es nuestros empleados se suban al sillín, y que la ayuda económica solo sea una parte de otros beneficios: para la salud, para la productividad, y para la calidad del aire en París”.
El funcionamiento de la ayuda es sencillo. “Cada uno de nuestros 850 empleados puede pedir ser parte del programa. Solo tiene que rellenar una solicitud en la que explique qué trayecto va a seguir”, explica Boachon, “y un compromiso de utilizar la bicicleta durante los seis meses de la prueba”.
¿Y si un día llueve? “Puede venir en transporte público o en coche”, indica Boachon. “Pero, naturalmente, no recibirá la ayuda por ese día”. El programa también permite la intermodalidad: “Si uno utiliza la bici para llegar a la estación de tren”, indica Lebrun, “y luego coge el tren para llegar al trabajo, también podría aplicarse la ayuda”.
Los diseñadores del plan no creen que el fraude vaya a ser un problema
Para los diseñadores del programa, el fraude no va a ser un problema demasiado grave. “Nosotros creemos que hay una relación de confianza entre el patrón y el empleado”, apunta Lebrun, “y, en todo caso, los beneficios económicos para éste último no valdrían la pena el esfuerzo. Podrían desarrollarse programas para el smartphone que indiquen donde están en cada momento”. Otras soluciones, menos avanzadas tecnológicamente, también son posibles. “Podemos puntualmente controlar que la bicicleta está aparcada en el garaje”, señala Boachon, “y comprobar los formularios que nos entregan los empleados”.
Otros países aplican esta clase de ayudas. En Austria, los empleados pueden desgravar hasta 570 euros al año por usar su bicicleta para ir de su casa al trabajo, siempre y cuando presenten un libro que documente sus trayectos. En Bélgica también existe un sistema similar al que está experimentando Francia.

dimarts, 17 de juny del 2014

Presentació del llibre: HACIA UN NUEVO MODELO ECONÓMICO SOCIAL, SOSTENIBLE Y ESTACIONARIO

Preesentació del lllibre el dijous 3 de juliol a les 19h. a la llibreria LA CENTRAL c/ Elisabets n/6,  Barcelona

Dolors Camats coordinadora nacional de ICV
Pere Rusiñol de la revista Alternativas Económicas
Neus Casajuana de Iniciatives per al decreixement


Título
Hacia un nuevo modelo económico social, sostenible y estacionario
Autor/es


Colección
Ensayo
ISBN
978-84-942097-6-5
Páginas
192 págs
Dimensiones (ancho x alto)
15 x 21.5 cm
18 €
Este libro ofrece una alternativa radical para atajar los principales problemas derivados de la crisis: el paro, la pobreza, la desigualdad y el endeudamiento crecientes y una elevada dependencia de las energías fósiles que desequilibra nuestras balanzas económica y ecológica. Conseguir un verdadero estado del bienestar controlando la deuda solo es posible con una nueva reorganización social que garantice la cobertura de las necesidades básicas mediante una renta básica, el reparto del trabajo y un cambio radical en el consumo de recursos físicos y energéticos.
Los autores del libro consideran que el diagnóstico que la mayoría de economistas han hecho de la crisis es incompleto, demasiado centrado en el sector financiero, y no han tenido en cuenta, por un lado, la creciente escasez de metales y de petróleo y su consecuente encarecimiento y, por otro, que el avance tecnológico seguirá destruyendo puestos de trabajo cada vez más difíciles de sustituir por un incremento en otros sectores. Hasta ahora el crecimiento económico ha ido de la mano de un constante aumento del consumo de energía, pero el viejo paradigma del crecimiento como única solución a la crisis, defendido tanto por la derecha como por la izquierda, no tiene en cuenta que la entrada de la humanidad en la era del Peak Oil (petróleo escaso y caro) va a tener, si no tiene ya, una repercusión negativa sobre dicho crecimiento. En nuestro país la situación es peor, si cabe. En las últimas décadas solo hemos crecido a base de burbujas inmobiliarias financiadas con un endeudamiento insostenible.
El viejo modelo económico ha dejado de ser útil. Cada vez hay más señales de que el crecimiento ya no genera más bienestar ni una sociedad más justa. La prioridad debe ser construir un nuevo modelo económico, social, sostenible y estacionario (MESSE), con las incertidumbres que esto supone. No podemos quedarnos anclados en el viejo paradigma y esperar que haciendo más de lo mismo saldremos adelante. La urgencia del momento nos obliga a ser creativos y audaces, pero a la vez realistas y pragmáticos. Este es el objetivo de los autores que nos invitan a reflexionar sobre su propuesta MESSE.

Iniciatives per al decreixement es una corriente de pensamiento y un foro de debate que nació en el seno de Iniciativa per Catalunya Verds con el objetivo de influir en el ideario del partido. Posteriormente el núcleo primigenio se ha ido fortaleciendo y ampliando con la incorporación de personas ajenas a este partido, pero con una visión común para explorar e impulsar la transición hacia nuevas soluciones a los problemas sociales y ambientales a los que nos debemos enfrentar.
Nuestro deseo y nuestro esfuerzo es abrir el debate y ofrecer a la sociedad propuestas de gobierno factibles, pero que por su radicalidad y necesidad de consenso necesariamente tienen que ser evaluadas y discutidas en un ámbito que trascienda el de un partido o una asociación en particular.

¿Más crecimiento?

Article publicat a  Sin Permiso

Fernando Luengo · · · · ·
25/05/14

Principios intocables. Sólo los indocumentados, maliciosos o aficionados se atreven a ignorarlos o a cuestionarlos. Ninguno más reverenciado –auténtico icono entre los economistas y en las facultades de economía- que el crecimiento. Había que crecer antes y hay que crecer ahora: para que mejoren los salarios y el empleo, para sanear las cuentas públicas, para que aumenten los beneficios y la inversión productiva. Con el crecimiento se saldrá de la crisis; si todavía estamos atrapados en ella es por la insuficiente recuperación del producto. Con el crecimiento, se nos dice, finalmente todos ganan. Salirse de este carril es malo, muy malo, y quien lo haga será estigmatizado de cavernícola y de querer prolongar, por motivos inconfesables, el sufrimiento de la población. Si quien lo dice es un economista, todavía peor, pues, además de todo lo anterior, demostraría ignorar el abc de los fundamentos económicos.
Y aquí está anclado el debate, muy pobre debate, en mi opinión. Y aquí encontramos –con matices, no lo voy a negar, pero compartiendo un mismo espacio conceptual y analítico- a unos y a otros; a las derechas, por supuesto, pero también a buena parte de las izquierdas. Se discute si la gestión realizada por la troika comunitaria y por los gobiernos ha servido para dinamizar la actividad económica o, por el contrario, ha contribuido a su postración, si las políticas de ajuste presupuestario han sido contractivas o expansivas, si conviene que el Banco Central Europeo aplique políticas monetarias más audaces, qué instrumentos debe utilizar y cuando debe hacerlo, si los salarios deben desempeñar un papel más activo como impulsor de la demanda o más bien deben permitir que los beneficios se recuperen, o si ha llegado el momento de que el presupuesto comunitario movilice más recursos. No quiero simplificar, no pretendo decir que las posturas en liza se mueven en la misma longitud de onda o que apunten en la misma dirección, pero me parece evidente que hay un denominador común: la consecución de un mayor crecimiento, como si este objetivo concentrara todas las virtudes o, en el peor de los casos, tan sólo revelara algunos defectos menores que se podrían corregir sin mayor problema.


diumenge, 15 de juny del 2014

Vientos de cambio

Post publicat al web d'Antonio Turiel The Oil Crash


jueves, 12 de junio de 2014



Queridos lectores,

Durante las dos últimas semanas se han producido varias noticias de gran impacto en el mundo de la energía, todas las cuales merecerían tener un puesto destacado en la primera página de los diarios y algunos minutos en los noticieros televisivos, cosa que por supuesto o bien no ha pasado o bien se ha disfrazado de otra cosa. Todas estas noticias implican una creciente angustia y preocupación por el futuro no ya de la energía sino de la economía mundial, y anticipan que el declive energético puede entrar en una nueva fase más rápida, en una caída más precipitada. Hagamos una revisión rápida de estos sucesos:

  • El World Energy Investment Outlook de la Agencia Internacional de la Energía: Como hace 11 años, la Agencia ha sacado un informe sobre las necesidades de financiación y oportunidades para inversores en el sector de la energía global. El informe ha causado un gran revuelo entre la comunidad concienciada con la crisis energética por dos motivos: porque indica que se necesitarán 48 billones (¡españoles!) de dólares en inversión en energía de aquí a 2035, y porque dice que el sistema europeo de precios para la electricidad garantizan que la red eléctrica europea no es sostenible. Respecto a la primera de las amenazas, hay que ponerla en contexto: 48 billones a gastarse en 22 años implica un gasto medio de 2,18 billones al año (comenzando por 1,5 billones este año y acabando por 2,5 billones el año 2035). Entiendo que todas estas cifras se dan en dólares constantes. Comparado con el PIB actual (2012) del planeta Tierra (unos 71,8 billones de dólares) ese gasto medio anual representa un 3% del PIB; significativo, pero no impresionante; incluso los 2,5 billones del 2035 representarían sólo el 3,5% del PIB de hoy en día. El problema, como apunta Gail Tverberg, es que la AIE está asumiendo un crecimiento de la economía mundial del 3,6% anual, cosa que viendo el actual frenazo económico parece cada vez más difícil y, lo que es peor, teniendo en cuenta el indisimulable ocaso del petróleo que conlleva que esta crisis no acabará nunca, en ese período tan dilatado de tiempo el PIB del planeta comenzará a contraerse. Lo cual es grave porque, aparte de que las previsiones de necesidades de inversión de la AIE son seguramente optimistas, en una situación de PIB menguante el peso del coste energético será cada vez mayor. Recordemos que, como indica James Hamilton, cuando el coste final de la energía excede del 10% del PIB una economía entra en recesión. Y los 48 billones que indica la AIE no son el coste total de la energía, sino sólo la inversión total necesaria (según ellos) para que siga fluyendo (y eso asumiendo que la OPEP cogerá el relevo de la fallida aventura americana del fracking, que el propio informe muestra que tiene las alas muy pequeñas). Es por ello fácil suponer que el precio de la energía es un porcentaje mayor del PIB global que ese 3% de costes de producción, y en una economía que no crece será muy fácil superar ese umbral de dolor del 10% del PIB, a partir del cual la economía entrará en una barrena irrecuperable  puesto que la recesión implicará menos inversión en energía y un aumento de precio de la misma que aún hundirá más la economía en una espiral mortal y por primera vez global. Con respecto al segundo riesgo que apunta la AIE, poca cosa hay que decir: el sector eléctrico europeo (recordemos, no obstante, que la electricidad representa un porcentaje minoritario, de alrededor del 20%, de todo el consumo de energía final en economías desarrolladas y sólo un 10% a escala global) está en crisis y las eléctricas no tienen demasiado interés en invertir en su mantenimiento y expansión; parece por tanto que los apagones serán inevitables en las próximas décadas. Para un análisis más en profundidad recomiendo el excelente artículo de Gail Tverberg en Our Finite World y también este otro de Richard Heinberg traducido al castellano.
  • El documento sobre la Estrategia Europea de Seguridad Energética: Hace dos semanas la Comisión Europea sacó una luz un documento de estrategia energética cuyo objetivo es el de preparar a la Unión a una posible interrupción repentina en el suministro de gas natural a Europa. Aunque no se dice abiertamente, el choque entre Occidente y Rusia por el caso de Ucrania está detrás de este planteamiento estratégico. La Comisión considera verosímil que pueda haber problemas este mismo invierno y ha encargado que se hagan a la menor dilación pruebas de estrés (stress tests) para ver la capacidad del sistema europeo de resistir a estas interrupciones. Aunque se habla mucho de gas natural, no se habla poco de petróleo, y en principio las pruebas de estrés son para todo el sistema energético, o sea que también se contempla una interrupción del suministro de petróleo;  aunque se enfatiza lo mucho que depende Europa del petróleo ruso, se le quita hierro a esta posibilidad dejando claro que Rusia hasta ahora ha dependido mucho de los refinados que le enviamos desde aquí  - pero, claro, hoy en día los movimientos de los países son cada vez más imprevisibles. Para combatir estos riesgos y en el breve plazo que resta - meses de aquí a invierno - los medios son favorecer interconexiones, apelar a la solidaridad entre los Estados miembros y apoyar la producción energética autóctona mediante renovables (ignorando todas las limitaciones de éstas últimas y que de hecho no están funcionando demasiado bien a nivel europeo, ya no en el caso particularísimo de España, sino en Alemania).
  • La producción de petróleo crudo y condensados de planta, descontando el tight oil de fracking, está cayendo ya: Matthieu Auzanneau se hace eco de este hecho en el último artículo de su blog, de donde tomo esta gráfica:
    Como Matthieu hace notar en la gráfica de arriba, la caída no se justifica ni descontando los países donde se está observando problemas serios (ahora hablaremos de ellos), con lo que la conclusión es que realmente la OPEP ya no puede más (cosa que se disfraza diciendo que "el mundo está bien abastecido" a pesar de la abundancia de evidencia en contrario). En particular, Arabia Saudita ha puesto a plena producción el campo de Manifa, cuyo petróleo fuertemente contaminado de vanadio y muy sulfuroso es muy difícil de refinar, y coloca este mal producto en mezclas de precio más barato. Era ya su última bala, no le queda nada más. Mal asunto, cuando el informe de la AIE que comentábamos al principio hacía reposar sobre los hasta ahora amplios hombros de la OPEP la responsabilidad de aguantar (petroleramente) al mundo.
  • La interrupción de las exportaciones de petróleo libio: Hace días transcendía la noticia de que Libia dejaría de exportar los exiguos 200.000 barriles de petróleo diarios que aún era capaz de producir para abastecer sus necesidades nacionales. Lo cierto es que después de la guerra relámpago de hace 3 años el país no se ha estabilizado sino que ha ido progresivamente colapsando, convirtiéndose en un reino de taifas, como evidencia la siguiente gráfica de producción petrolífera (casi la única exportación del país), sacada también del artículo de Matthieu Auzanneau:
    Antes de la guerra el país era capaz de producir más de 1,6 millones de barriles de petróleo diarios (Mb/d); ahora prácticamente nada. Las potencias occidentales no tienen capacidad para implantar su voluntad sobre un tablero de juego cada vez más grande y complejo, y los países, en vez de quedar controlados, colapsan. Y en una situación en que la producción de petróleo está en su máxima capacidad y bajando, los 1,6 Mb/d de Libia no son nada despreciables. O no lo eran.
  • La guerra civil en Irak: El paradigma de colapso incontrolado está viniendo del país que más tiempo llevaba bajo el nuevo orden petrolero del mundo: Irak, el eterno Eldorado del petróleo cuya producción debía pasar de los 3 Mb/d actuales a los 6 Mb/d en unos años e incluso llegar a 12 Mb/d algún día, resulta que también está colapsando. La guerra civil nunca cesó por completo y con la retirada de las tropas de los EE.UU. se fue agravando. El conflicto civil en la cercana siria ha favorecido que un movimiento yihadista que se mueve entre los dos países haya tomado fuerza y ahora haya conquistado la ciudad de Mosul, ciudad clave para el control del petróleo del Kurdistán por su refinería y por el paso del oleoducto Mosul-Haifa (situado bastante más al sur). Si el grupo armado sigue avanzando podrán tomar el control de una de las zonas más productivas del Irak y el sueño de la abundancia petrolera en el país se acabará para siempre; como demuestra el caso libio y la historia del propio Irak, cuesta décadas borrar las improntas de la guerra en una industria tan delicada como es la petrolera.
  • La inestabilidad general en algunos productores: La producción sigue cayendo en Angola y en Venezuela (en esta última, empujadas por las protestas y huelgas); el desastre ecológico del Delta del Níger tiene mucho que ver con el alzamiento de grupos como Boko Haram y hace huir algunos inversionistas del país, poniendo aún más en compromiso la producción; Yemen está a punto de colapsar, Egipto y Siria ya lo hicieron... la lista podría hacerse bastante más larga, pero creo que ya se hacen una idea.
  • El reconocimiento cada vez más sonoro de que las explotaciones de shale gas y shale oil con la técnica de fracking son completamente ruinosas económicamente: Hace poco más de un año abordamos aquí la escasa (o negativa) rentabilidad del fracking, y hace unos siete meses cómo se empezaban a manifestar los síntomas del hundimiento de esta burbuja financiera. Pues bien: parece que comienza a ser una verdad a voces.  Ahora es la mismísima Bloomberg quien ha hecho un análisis en profundidad de las pérdidas de las empresas del sector, llegando a la conclusión de que muchas de ellas desparecerán. No habrá, por tanto, salida al problema petrolero por aquí, aunque fuera provisional (hasta 2020, según reconocía la propia AIE). El modelo de importar energía exportando miseria, propiciado por la condición de moneda de reserva del dólar, ya no se sostiene más, y es que las compañías petroleras no pueden seguir invirtiendo en negocios de rentabilidad dudosa y se han lanzado a una agresiva desinversión con consecuencias nefastas para nuestro futuro inmediato. Esto ocasionará no que no aumente la producción de petróleo en un futuro inmediato, sino que el colchón que nos daba actualmente el fracking prácticamente se desvanezca en cuestión de meses. Añadido a todo lo comentado arriba pone en una nueva y más inquietante perspectiva el informe de la AIE, y hace comprender que su lenguaje moderado oculta una realidad cada vez más inquietante.


Después de tal colección de nefastas noticias, con malos augurios para nuestro futuro, ¿qué vemos? En vez de sonar las lógicas señales de alarma, lo único que se oye por estas latitudes y por muchas otras son las bocinas de los aficionados al fútbol, disfrutando como nunca de uno de los últimos campeonatos mundiales de este deporte. Habiendo fútbol, ¿quién tiene interés en ver que el mundo se desmorona? Y sin embargo, una parte de la muy futbolera población de la anfitriona del campeonato, Brasil, sale a la calle a decir que eso no, que así no...


Quizá son ellos la última esperanza de que no todo está perdido.

Salu2,
AMT

dissabte, 14 de juny del 2014

Informe de inversión de la Agencia Internacional de la Energía Qué es correcto, qué es incorrecto

Post  del web Our Finite World    publicat en castellà  per  Rebelión


Our Finite World
Traducido por Carlos Valmaseda

Recientemente la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado un "Informe Especial" titulado "Perspectivas mundiales de inversión en energía". Empezemos con las cosas con las que estoy de acuerdo.

1. El mundo necesita 48 billones de dólares en inversiones para cubrir sus necesidades de energía hasta 2035. Esto es ciertamente verdad si suponemos, como supone la AIE, que el crecimiento económico mundial en efecto mejorará un poco, de un 3,3% por año en el periodo 1990-2011 a un 3,6% por año en el periodo 2011-2035. Es probable que el crecimiento en necesidades de inversión sea incluso mayor que el que indica la AIE. Desde mi punto de vista, este es un informe "cubre tu culo". La AIE ve problemas en lontananza. No hay forma de que una inversión de la cantidad necesaria (que es probablemente mucho más de 48 billones de dólares) se pueda cubrir. Con la publicación de este informe, la AIE puede decir: "Ya os lo dijimos. No habéis invertido lo suficiente. Por eso el suministro de energía choca con estos enormes problemas".

2. Sin una reforma de los mercados eléctricos la fiabilidad del suministro de electricidad en Europa está bajo amenaza. El actual modelo de precios, en el que la energía éolica y la solar fotovoltáica (FV) consiguen subvenciones [feed in tariffs] y los precios de la electricidad para otros combustibles se establecen usando el sistema de precios por órden de mérito produce enormes distorsiones de mercado.

Desde mi punto de vista, el problema es incluso peor de lo que entienden los autores del informe. El valor de la energía eólica y solar FV es intrínsecamente difícil de determinar porque producen un suministro intermitente y esto no es comparable con otros tipos de electricidad. Además, una gran parte de los costes están relacionados con la transmisión y distribución -un 42% de los costes de inversión en electricidad en el Escenario de Nuevas Políticas-. Muchos investigadores bienintencionados ven la energía eólica y la solar FV como una solución, pero tienden a ver la situación demasiado estrechamente. Para ver la situación adecuadamente se necesita ver el coste total del sistema de generar electricidad con renovables intermitentes (de una cantidad dada) comparado con el coste total del sistema de generar electricidad sin renovables intermitentes. Para poner unos precios adecuados se deben incluir todos los costes adicionales implicados, incluyendo el coste adicional de almacenamiento, el coste adicional de una transmisión a larga distancia y los costes adicionales que encuentran los proveedores de combustibles fósiles subiendo y bajando su transmisión para adaptarse a los cambios de producción de las renovables intermitentes.

Un estudio de Weissbach et al. (aquí o aquí) sugiere que las energías eólica y solar FV son "un orden de magnitud" menos efectivas que los combustibles fósiles, la hidroeléctrica o la nuclear cuando se tienen en cuenta todos los costes. Un análisis más amplio también plantea cuestiones sobre si hay un auténtico ahorro de carbono con la eólica y la solar FV -¿vendría la creencia de que eran útiles solo de haber subestimado los verdaderos costes del sistema?-.

Yo plantearía la cuestión preguntándome incluso si los mercados competitivos para la electricidad tienen sentido. Los mercados regulados permiten a los diversos actores conseguir un retorno adecuado y permiten a las empresas de servicios públicos recaudar unas tasas adecuadas por infraestructura. El supervisor puede aumentar o reducir la inversión de un tipo particular basándose en las necesidades del sistema particular. Un reciente artículo de Bloomberg dice que Europa se enfrenta a frenos en energía verde para detener la sobrecarga de las redes. El actual sistema claramente funciona mal.

3. El petróleo de formaciones compactas [tight oil] de los depósitos de esquistos [shale] necesitará un suplemento importante de otras fuentes si tiene que ser el suficiente como para cubrir nuestras necesidades hasta 2035. Este es el gráfico que he hecho con datos proporcionados por la AIE en sus Perspectivas de la energía mundial de noviembre de 2012, con respecto a su Escenario de Nuevas Políticas.


Figura 1. Mi interpretación de las previsiones de la producción futura de petróleo de los EEUU bajo el Escenario de "Nuevas políticas", basada en la información proporcionada por el informe de la AIE de 2012.

El informe actual no pretende ser un informe sobre el futuro de la producción de petróleo, pero uno de sus puntos destacados es: "Cubrir el crecimiento de la demanda de petróleo a largo plazo depende cada vez más de Oriente Medio una vez el aumento actual en la oferta de países que no son miembros de la OPEP empiece a perder ímpetu en la década de 2020". Esto implica no solamente que el tight oil de los EEUU no va a solucionar nuestros problemas, sino que tampoco lo hará el tight oil de cualquier otro sitio. En cambio la AIE vuelve a su viejo plan de "llamar a la OPEP" -con la esperanza de que el Medio Oriente esté allí para ayudar, si no hay nadie más cerca. Esto es confundir los deseos con la realidad, algo que discutiré más tarde.

4. El informe de inversión de la AIE documenta rendimientos decrecientes, aunque nunca usa ese término.Los rendimientos decrecientes se producen cuando la sociedad se vuelve cada vez menos eficiente al producir productos energéticos. Para el petróleo, el problema es que los recursos fáciles de extraer se sacaron primero; ahora debemos movernos a los recursos más difíciles de extraer. Para la electricidad, el problema es que los viejos recursos producen demasiado carbono; debemos movernos a enfoques con un precio más alto que (esperemos) produzcan menos carbono.

Podemos ver rendimientos decrecientes en muchos lugares del informe. El punto principal del informe es que los costes de inversión se espera que suban más rápidamente que la cantidad de petróleo o la cantidad de electricidad producida. También hay otras declaraciones más específicas. En el tight oil de los EEUU, "las altas tasas de producción implican que los recursos se agoten rápidamente, con su correspondiente aumento de los costes por barril a medida que los operadores salen de los puntos dulces a áreas en las que la recuperación por pozo es más baja" (página 65). La UE necesitará unos precios más altos que los de hoy para el GNL transportado desde América (página 76). En las refinerías la tendencia es a tecnologías más complejas y más caras (página 77). Hay una continuada trayectoria ascendente de los precios del petróleo en el Escenario de Nuevas Políticas (página 81). La éolica mar adentro se espera que se adentre aún más mar adentro, con unos costes que se espera sean más altos (página 104).

El punto que la AIE parece no entender es que los rendimientos decrecientes afectan a la capacidad de los compradores de pagar precios más altos por los productos. La AIE supone que los compradores serán capaces de pagar precios más altos (que el aumento general en inflación) por los productos energéticos sin afectar negativamente la economía. Esto claramente no es cierto porque los salarios no suben hasta compensar los costes de los productos energéticos. Los compradores recortarán en productos suntuarios cuando suban los precios de la energía. Esto lleva a despidos en los sectores suntuarios y muy posiblemente a la recesión. También lleva a un riesgo por defecto más alto. De hecho, los salarios tienden a caer con rendimientos decrecientes porque los trabajadores se vuelven, en cierto sentido, menos eficientes y por tanto producen menos bienes por hora de trabajo. Joseph Tainter en El colapso de las sociedades complejas dice que los rendimientos decrecientes fueron los que llevaron al colapso a civilizaciones antiguas.

Puntos de desacuerdo 1. Muchos de los países de la OPEP que tienen las mayores reservas y de menor coste están limitando deliberadamente sus tasas de producción para mantener las reservas a largo plazo. Esta es una idea errónea común, repetida por la AIE, pero no es cierta.

El verdadero coste de la producción en Oriente Medio no es solo el coste de sacar el petróleo de la tierra. Más bien, uno debe ver el coste total de todo el sistema necesario para la extracción, incluyendo cualquiera que sea el coste necesario para pacificar a la población del área, más cualquiera que sea el coste necesario para la infraestructura complementaria. Aunque Irak pueda en teoría aumentar la producción de petróleo esto no ocurre automáticamente. Aunque Libia pueda en teoría aumentar la producción, no deberíamos esperar que la lucha termine mañana. Con estos costes, el coste por barril sube hasta el coste actual del petróleo, o lo supera.

Arabia Saudí publica unas altas cifras de reservas, pero no hay ningún indicio de que los saudíes puedan, si quieren, aumentar enormemente la producción. La reciente gran ampliación de los Saudíes fue de 500.000 barriles al día de capacidad de refinería en 2013, de forma que pueda hacer uso del petróleo pesado y contaminado del campo de Manifa, que se suponía que formaba parte de "capacidad excedente". Y 400.000 barriles adicionales al día se supone que entrarán en funcionamiento en 2014. Se producen declives en todas partes por lo que no está claro que incluso estas ampliaciones se añadirán en realidad a su producción total de petróleo. La producción total de Arabia Saudí fue ligeramente menor en 2013 que en 2012, según la AIE.

Las "reservas probadas de petróleo" saudíes no son cifras auditadas. Su gran campo es Ghawar, que produce algo así como 5 millones de barriles al día. No sabemos cuánto tiempo puede seguir produciendo. Sabemos que los pozos horizontales pueden mantener la producción sin disminuir durante un tiempo, pero eso, si llega la disminución, hace que sea más grave que en los pozos verticales. Si la producción de Ghawar empieza a declinar significativamente, la producción mundial de petróleo es probable que caiga. Sabemos que Arabia Saudí tiene algo de petróleo pesado que en teoría puede desarrollar, no muy diferente de las arenas asfálticas canadienses o el petróleo pesado de la Faja del Orinoco venezolana. Este petróleo requiere grandes inversiones primarias y fluye muy lentamente. Según el Wall Street Journal , "Que los saudíes estén incluso considerando un proyecto así muestra lo difícil y costoso que es saciar la sed mundial de petróleo. También sugiere que puede que ni siquiera los Saudíes sean capaces de impulsar la producción rápidamente en el futuro si la demanda sube inesperadamente".

2. Tiene sentido encontrar nuevas fuentes de inversión que provean de financiación a menores tasas para financiar proyectos energéticos. El informe habla de intentar encontrar nuevas fuentes de inversión para proyectos energéticos, otras que las tradicionales. En particular, menciona la posibilidad de utilizar fondos de inversores institucionales (fondos de pensiones, aseguradoras, fondos soberanos y demás). Las compañías de fondos de pensiones y de seguros actualmente están evidentemente implicadas, poseyendo acciones y bonos de compañías petroleras y de otras compañías energéticas.

La razón por la que hacen falta nuevas fuentes de préstamo (además del problema con los altos costes) es el hecho de que las fuentes anteriores se están quemando al mismo tiempo que se necesitan enormes cantidades de nuevos préstamos. Los gobiernos solían ser fuentes de financiación, pero ya no se puede dar por garantizado (página 38). Los cambios en las reglas de Basilea III hacen más difícil para los bancos dar préstamos para energía a largo plazo sin cargar tipos más altos (página 39). Buena parte del préstamo en el futuro será necesario para los países en desarrollo (véase la Figura 2 debajo). Muchos de los que han prestado a países en desarrollo en el pasado han sufrido pérdidas (página 39). Con respecto a los proyectos petroleros, hay muchos ejemplos de compañías petroleras que han hecho grandes inversiones sin virtualmente ningún retorno, como el petróleo de Kazajistán (página 81).

Figura 2. Inversión en energía necesaria en diferentes partes del mundo. Presentación de la AIE.

Quizá los fondos soberanos si sienten que el riesgo es adecuado, puedan prestar en situaciones en las que pasadas experiencias sugieren que es necesaria la prudencia. Pero con mi experiencia en la industria del seguro no estoy segura de que tenga sentido que las compañías de seguros y los fondos de pensiones entren en la financiación de puertos en Irak, refinerías en la India o líneas de transmisión a larga distancia a turbinas eólicas mar adentro. Si lo hacen, deben formar parte de un programa en el que las bonificaciones por riesgo se incluyan en los tipos de interés y el riesgo se ditribuya entre un gran número de participantes usando bonos o algún tipo de titulización de activos. Parece que un intermediario como un banco sería necesario que interviniese.

El gran interés de aquellos que han escrito el informe es que los costes bajen para los prestatarios. Si los riesgos suben no está nada claro que los tipos de interés fuesen a bajar. Además, desarrollar un país subdesarrollado usando petróleo a 100 dólares el barril es mucho más difícil que desarrollar un país subdesarrollado usando petróleo a 20 dólares el barril. Esta es una gran razón por la que financiar la deuda en los países subdesarrollados no suele funcionar bien.

Comentario Con lo que la AIE ha tropezado sin darse cuenta es la razón por la que las limitaciones de petróleo son un problema y, de hecho, la razón por la que los límites energéticos en general son un problema. Parece que hay multitud de recursos disponibles y multitud de formas de reducir el uso de energía mediante la mitigación. De hecho, se vuelve imposible financiar todo lo que necesita hacerse.

Una estrategia para proporcionar energía, o un sistema de mitigación de ahorro de energía requieren un pago por adelantado. Este pago refleja el hecho de que el petróleo y otros recursos escasos (metales de alto precio, por ejemplo) tienen que usarse para crear estas estrategias. El petróleo y otros recursos escasos tienen que usarse para desarrollar nuevos campos de petróleo, gas y carbón, y para las plantas eléctricas también. Esto pone presión tanto sobre los mercados de deuda como sobre los recursos escasos. En algún punto, el uso de recursos escasos se vuelve demasiado grande y las necesidades de deuda se vuelven demasiado altas. Los proyectos con altos costes por anticipado están entre los peores contribuidores. El plan para seguir añadiendo más y más deuda no funciona. La economía crece demasiado lentamente. Los salarios de la gente no suben en correspondencia con los costes más altos implicados. Las localizaciones donde se necesita la deuda no están en la parte del mundo con servicios bancarios adecuados. Es la incapacidad de financiar todas las inversiones necesarias lo que hunde el sistema. La escasez de recursos está entre bambalinas, interpretando también su papel, pero sus problemas se esconden detrás de los problemas de financiar las necesarias inversiones energéticas.

Fuente: http://ourfiniteworld.com/2014/06/10/iea-investment-report-what-is-right-what-is-wrong/

dimecres, 11 de juny del 2014

La Agencia Internacional de la Energía dice que la fiesta ha terminado

Noticia  publicada a The Guardian i al web  Rebelion



Richard Heinberg. Resilience⎮Rebelión⎮9 junio 2014
Traducido por Carlos Valmaseda
La Agencia Internacional de la Energía (AIE o IEA por sus siglas en inglés) acaba de publicar un informe especial titulado “Perspectivas mundiales de inversión en energía” que debería hacer que los políticos empezasen a gritar corriendo en busca de la salida -si quieren leer entre líneas y ver el informe en el contexto de las tendencias financieras y geopolíticas actuales-. Así es como la agencia de noticias UPI empieza su resumen:

Serán necesarios 48 billones en inversiones hasta 2035 para cubrir las crecientes necesidades energéticas mundiales, dijo la Agencia Internacional de la Energía el pasado martes desde París. La directora ejecutiva de la AIE Maria van der Hoeven declaró que la fiabilidad y sostenibilidad de los futuros suministros de energía dependen de un alto nivel de inversión. “Pero esto no se materializará a menos que esté en funcionamiento un marco político creíble así como un acceso estable a fuentes financieras a largo plazo”, dijo. “Ninguna de estas condiciones se deberían dar por garantizadas”.
He aquí un poco del contexto que le falta al informe de la AIE: la industria del petróleo en realidad está reduciendo costes en la inversión upstream [en búsqueda de nuevos yacimientos y perforación]. ¿Por qué? Los precios mundiales del petróleo -que con un precio actual por barril en el rango de los 90 a 110 dólares están en niveles históricamente altos- son sin embargo demasiado bajos para justificar afrontar una geología cada vez más exigente. La industria necesita un precio del petróleo de al menos 120 dólares por barril para financiar la exploración en el Ártico y en algunos campos ultraprofundos. Y no lo olvidemos: los tipos de interés actuales son ultrabajos (gracias al quantitative easing de la Reserva Federal), por lo que conseguir inversiones de capital debería ser más fácil ahora que nunca. Si termina el QE y suben los tipos de interés, la capacidad de la industria y los gobiernos de aumentar la inversión en capacidad de producción de energía en el futuro disminuirá.
Otros puntos del informe deberían igualmente provocar un ataque de nervios a los políticos.
La burbuja del esquisto está reventando. En 2012, la AIE preveía que las tasas de extracción de petróleo de las formaciones de esquisto en los EEUU (principalmente en Bakken en Dakota del Norte y Eagle ford en Texas) seguirían creciendo durante muchos años, superando los EEUU a Arabia Saudí en la tasa de producción de petróleo para 201 y convirtiéndose en un exportador neto de petróleo para 2030. En su nuevo informe, la AIE dice que la producción de tight oil en los EEUU empezará a disminuir alrededor de 2020. ¡Uno casi podría pensar que los chicos de la AIE han estado leyendo los análisis del Post Carbon Institute sobre las previsiones de tight oil y gas de esquisto! www.shalebubble.org. Es una bienvenida dosis de realismo, aunque la AIE probablemente sigue pecando de optimismo: nuestra propia lectura de los datos sugiere que el declive empezará antes y probablemente será más abrupto.
¡Ayúdanos, OPEP! ¡Eres nuestra única esperanza! Así es como enmarca el Wall Street Journal su artículo sobre el informe: “Una agencia de control de la energía de máximo nivel ha dicho que el mundo necesitará más petróleo de Oriente Medio en la próxima década, a medida que el boom en los EEUU disminuya. Pero la Agencia Internacional de la Energía avisa de que los productores del Golfo Pérsico puede que no consigan cubrir la brecha arriesgándonos a precios del petróleo más altos.” Veámos, ¿Cómo le va a al OPEP estos días? Irak, Siria y Libia están en un caos político. Irán languidece bajo las sanciones comerciales de los EEUU. Las reservas de petróleo de la OPEP siguen estando ridículamente sobreestimadas. Y aunque los saudíes han compensado el declive de los viejos campos de petróleo poniendo en producción nuevos, se están quedando sin nuevos campos a desarrollar. Así que parece que el riesgo de precios de petróleo más altos es bastante alto.
Una previsión de precios “¿Qué, me preocupa?” [Frase célebre pronunciada por el niño mascota de la revista de humor MAD].A pesar de todos estos funestos desarrollos, la AIE no presenta ningún cambio respecto a su previsión de precios de petróleo de 2013 (esto es, un aumento gradual de los precios del petróleo mundial a 128 dólares por barril para 2035). El nuevo informe dice que la industria del petróleo tendrá que aumentar su inversión en upstream en el periodo previsto en 2 billones de dólares sobre las anteriores previsiones de inversión de la AIE. ¿De dónde se supone que la industria petrolera va a deducir que salen esos 2 billones de dólares sino de unos precios significativamente más altos -más altos a corto plazo, quizá, que la previsión de precios a largo plazo de la AIE de 128 dólares por barril y subiendo-? Esta previsión de precios es obviamente poco fiable, pero eso no es nada nuevo. La AIE ha estado publicando previsiones de precios absurdamente erróneas durante toda la pasada década. De hecho, si el enorme aumento de inversión en energía recomendado por la AIE se produce, tanto la electricidad como el petróleo van a ser mucho menos asequibles. Para una economía mundial estrechamente atada a la conducta de los consumidores y los mercados, una economía ya en estancamiento o contracción, las limitaciones energéticas significan una cosa y solo una: tiempos difíciles.
¿Qué pasa con las renovables? La AIE prevé que solo un 15 por ciento de los 48 billones necesarios irán a las energías renovables. Todo lo demás es necesario solo para parchear nuestro actual sistema energético de petróleo-carbón-gas de forma que no acabe en la cuneta por falta de combustible. Pero, ¿cuánta inversión sería necesaria si se tomase en serio el cambio climático? La mayor parte de las estimaciones se refieren solo a la electricidad (esto es, pasan por encima el crucial y problemático sector del transporte) e ignoran la cuestión de la tasa de retorno energético. Incluso cuando simplificamos artificialmente el problema de esta forma, 7,2 billones repartidos a lo largo de veinte años simplemente no es suficiente. Un investigador estima que las inversiones tendrán que subir a entre 1,5 a 2,5 billones por año. En efecto, la AIE nos está diciendo que no tenemos lo que hace falta para mantener nuestro actual régimen energético y probablemente no vamos a invertir lo suficiente para cambiar a otro.
Si miras las tendencias citadas e ignoras las engañosas previsiones de precios explícitas, el mensaje implícito de la AIE es claro: la estabilidad continuada de los precios del petróleo parece problemática. Y con los precios de los combustibles fósiles altos y volátiles los gobiernos probablemente encontrarán más difícil dedicar capital de inversión progresivamente escaso al desarrollo de nueva capacidad energética renovable.
Cuando leas este informe, imagínate en la piel de un político de alto nivel. ¿No querrías empezar a pensar en una jubilación anticipada?